Mala experiencia en general

Mala experiencia en general.

El camping ha sido reparcelado por los nuevos dueños y ahora existen muchas parcelas en la zona pinada en las que no existe nada de sombra en ningún momento del día. Para empeorar la experiencia, en muchas parcelas el suelo no ha sido tratado y tiene piedras e irregularidades que impiden montar una tienda (a nosotros nos tocó una de estas parcelas pese a indicar en el proceso de reserva que íbamos con tienda). Muchos árboles han sido talados y los que quedan han sido podados dejando mucha menos sombra de la que había el año pasado. Se han plantado otros árboles, pero aún son jóvenes y no dan sombra.

Los sanitarios necesitan un refuerzo de limpieza y el agua de las duchas sufrió cortes durante nuestra estancia.

La vigilancia de la piscina parece insuficiente. En muchos momentos los socorristas no parecían estar prestando atención a los bañistas.

Como nota positiva, la ubicación del camping sigue siendo un punto fuerte. Cerca de una buena playa y cerca de la ciudad.

En resumen. Muchos factores a mejorar para volver al buen nivel que tenía este camping hace poco tiempo.